TALAVERA VE LUZ

 

Resulta que Talavera ve luz.

Está bien, por supuesto, hay cientos de casos en esta ciudad que son realmente desalentadores: numerosos comercios que se ven obligados a cerrar, grandes proyectos que son saboteados por quienes, se supone, deberían velar por nosotros, etc. El hecho de que surjan movimientos y asociaciones que luchan por defender los derechos de nuestro pueblo es, cuanto menos, preocupante.

Sin embargo, está en mi naturaleza ver la realidad de manera más positiva. Como hacen en muchas disciplinas profesionales, tenemos que estudiar el ’problema’ de la ciudad analizando cuatro factores: Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades (el clásico análisis DAFO). Y, dado que, como he comentado antes, ya hay mucha gente que se ocupa de las dos primeras, vamos a tratar de atacar Fortalezas y Oportunidades.

No digo que no debamos defender nuestros intereses. Es obvio que sí que hay que presionar a la gente apropiada para no ser pisoteados y que hay que hacer ver a tu pueblo la realidad. Lo que digo es que hay gente a la que esto se le da mejor que a mí. Entonces, ¿qué puedo aportar yo al respecto? Poco más que mi apoyo.

Como decía al comienzo de este artículo, Talavera está viendo luz. No en general, sino en pequeños focos concentrados. Pero no deja de ser una muy buena señal, siempre que se tomen las decisiones correctas en lo sucesivo. Y es que, toda epidemia comienza siendo un foco aislado y, del mismo modo, estas luces que vemos pueden ser tan solo el epicentro de algo más grande.

Centrémonos en uno de estos focos, espero que infecciosos, siendo que es bueno. A día de hoy, pocos son los talaveranos que no se hayan acercado a disfrutar de la nueva atmósfera de la revitalizada calle Arco de San Pedro, junto a la plaza del Reloj. Restaurantes que nos traen muestras de la cocina internacional, bares temáticos y de copas, terrazas, buen ambiente y, todo ello, rodeado por la historia de Talavera. Y aquí está la clave, en la historia.

Me explico: los mayores casos de éxito urbano se deben a la revalorización y revitalización del patrimonio. Es completamente cierto que el crecimiento sin sentido de las ciudades da dinero HOY y, ¿para qué queremos pensar en el mañana, verdad? Por el contrario, apostar por mejorar y consolidar la ciudad que ya tenemos es una práctica bastante menos rentable a corto plazo. Sin embargo, ésta es una apuesta por la imagen. Una ciudad bonita, cuidada, limpia, sin barreras y con mucha vida hace ver a sus habitantes orgullosos de serlo.

Trata de hacerte una serie de preguntas muy sencillas: cuando viajas fuera de tu ciudad ¿presumes de ella? ¿Sentirías más orgullo si añadimos más calles llenas de chalets? ¿Y si en lugar de eso mejoramos la calidad de las calles que ya tenemos?

En fin, creo que se responden solas estas preguntas. Y es por esto que me siento optimista al ver nuevos focos de vida en el centro. Ya me he enfrentado a varios casos de talaveranos que viven fuera, vienen de vacaciones y descubren por primera vez el caso de la calle Arco de San Pedro. Sus caras lo dicen todo: sorpresa y orgullo por partes iguales. Quizás estoy pecando en exceso de optimismo, no lo puedo evitar. Pero creo que no pierdo nada por aportar mi punto de vista para que mi ciudad vuelva a ser grande. Y es que, un pueblo orgulloso jamás puede fracasar.

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